El trastorno límite de la personalidad (TLP) o borderline, es una condición donde se nos hace difícil controlar o regular nuestras emociones. Todo esto puede dar como resultado relaciones interpersonales inestables, autoimagen distorsionada, entre otros síntomas.
¿Qué es el trastorno límite?
Como se mencionó esta condición consiste en la dificultad de poder regular las emociones, provocando cambios en el estado de ánimo. Lo cual da como resultado impulsividad e inestabilidad, al igual que problemas de imágenes y relaciones interpersonales inestables.
Este tipo de trastorno puede ser muy problemático, ya que pueden causar un comportamiento destructivo como las autolesiones e intentos de suicidio.
Síntomas del trastorno límite de personalidad
Además de las autolesiones y los intentos de suicidio, se pueden desarrollar otros síntomas como;
- Esfuerzos frenéticos; Esto se da para evitar ser abandonados por personas cercanas.
- Conductas impulsivas; Esta resultan muy peligrosa, ya que pueden ocasionar gastos en exceso, abusos de sustancias, etc.
- Relaciones interpersonales inestables; Se dan como resultado de la idealización y la devaluación.
- Cambios de ánimo; En este caso puede llegar a ser depresivo, irritabilidad y ansiedad, llegando a durar algunas hora o días.
- Imagen de sí mismo distorsionada; Puede llegar a afectar el estado de ánimo, valores, opiniones, metas y otros aspecto de nuestra vida.
- Desconectarse de todo; Es básicamente entran en un estado de disociación, donde la persona con trastorno límite se desconecta de los pensamientos o sentimiento de identidad.
Por último este trastorno puede dar como resultado sentimiento de aburrimiento, ira inapropiada, vergüenza y culpa. Siendo los síntomas que más se deben tener en cuenta los intentos de suicidios y las automutilación.
Causas de trastorno límite
Desafortunadamente no se conoce las causas de este trastorno, sin embargo hay factores genéticos, ambientales y en la función del cerebro que pueden dar resultado a esta condición.
En el caso de la genética, no se ha demostrado ningún gen asociado directamente a este trastorno. Si hablamos de factores ambientales, podemos decir que los acontecimientos traumáticos y la separación de los padres pueden dar resultado a este trastorno.
Por último puede que las porciones del cerebro que se encargan de controlar las emociones y la toma de decisiones no se comuniquen bien. En este caso hablamos de problemas en la función del cerebro.
Diagnóstico y tratamiento
No hay ninguna prueba que permita detectar esta condición, sino que se deben realizar entrevistas psiquiátricas minuciosas. En cuanto al tratamiento podemos encontrar, tres formas.
- Psicoterapia; Es la opción más recomendada, junto a la terapia dialéctica conductual, ambas fueron creadas específicamente para tratar esta condición.
- Medicación; Aunque no hay medicamentos destinados a tratar este trastorno, aquellos usados para la ira, depresión y la ansiedad pueden ser una opción.
- Hospitalización; Si los dos tratamientos anteriores no son suficientes, es necesario una hospitalización. En este caso se logra proporcionar un ambiente seguro, para evitar autolesiones y los sentimientos suicidas.