Depresión enmascarada; Todo lo que debemos saber

Existen diferente tipos de depresión, y una de ellas es la depresión enmascarada, la cual presenta un cuadro clínico muy particular, ya que es nuestro cuerpo el que nos advierte de que hay un problema.

No todas las depresiones son iguales

La depresión no es igual en todas las personas, esta pueden ocasionar efectos y síntomas que en otra persona con depresión no se presenta. Si hablamos de la depresión enmascarada en particular, es nuestro cuerpo el que nos habla.

¿Por qué decimos que el cuerpo nos habla? Muy simple en estos casos los signos que mayormente se presentan son dolores de espalda, irritabilidad, problemas digestivos y fatiga. Recordemos que hay personas que pueden esconder su dolor y malestar, logrando parecer que se encuentran bien.

Esto es un problema, ya que hace que el diagnóstico sea complicado, por lo que no se pueden administrar un tratamiento efectivo.

¿Quiénes sufren de depresión enmascarada?

Por lo general este tipo de depresión se presenta mayormente en los niños, si estos la presentan lo normal es que se presente hiperactividad, o enuresis nocturna.

Debemos tener en cuenta que estos síntomas en la mayoría de los casos se presentan sin que nos demos cuenta. No obstante debemos tener en cuenta que los niños no son los únicos pueden presentar este tipo de depresión.

De hecho son muchos los adultos que padecen de taquicardias, problemas digestivos, cansancio crónico, y otras patologías sin saber por qué. Pero la realidad es que esto puede estar relacionada con la depresión enmascarada.

Síntomas de la depresión enmascarada

Para estos casos debemos tener en cuenta que este problema presentan ciertos síntomas, como los mencionados a continuación;

  • Humor deprimido.
  • Pensamientos negativos.
  • Sensación de culpabilidad.
  • Problemas para sentir placer.
  • Falta de voluntad o iniciativa.
  • Sensación de disminución de energía.
  • Problemas en el lenguaje y concentración.
  • Ralentización o inhibición del pensamiento.
  • Dificultad para conciliar o mantener el sueño.

Diagnóstico y tratamiento

Para diagnosticar este problema lo primero que debemos hacer notar los síntomas que se presentan. No obstante hay casos donde no se presentan síntomas, aunque cuando se presentan es más común que sean síntomas somáticos, como dolencias en algunas partes del cuerpo.

En cuanto al tratamiento, es importante tener una visión desde múltiples dimensiones. Parte del tratamiento, consiste en estar atento de las alteraciones biológicas en el funcionamiento del cerebro.

Sin embargo, también se debe prestar atención a los aspectos psicosociales, espirituales, ambientales y culturales. Para afrontar esta condición el paciente debe aceptar el problema, para luego acudir a psiquiatría y psicología.

Gracias a esto se logra que su calidad de vida pueden mejorar, permitiéndoles regular las emociones y su conducta. Esto último para que puede desenvolverse en diferentes áreas de su vida.