Aprender a sanar el pasado puede no ser una tarea simple, pero es lo mejor si queremos aprender a vivir el presente y seguir avanzando como comodidad y tranquilidad.
Sanar el pasado, no es cambiar el pasado
Todos sabemos que lo hecho, hecho está y que no hay forma de cambiar el pasado y las decisiones que tomamos. Sin embargo esto no quiere decir que debemos dejar que nuestro pasado nos siga lastimando. No podemos cambiar el pasado, pero sí podemos cambiar la visión que tenemos de nuestras acciones.
Sabemos que cuando se vive una situación dolorosa, hay un bloqueo emocional que no te permite analizarla correctamente, pero eso no debe detenerte. Debes intentar dejar el pasado atrás y comenzar a vivir el presente y dejar las heridas de tu cerebro cicatrice.
Según un estudio por parte de la Doctora Marylene Cohitre en la Universidad de Medicina de Nueva York, nos indica que los traumas del pasado que no son tratados, llevan a que ese estrés postraumático aumente constantemente.
Aprender a sanar el pasado
Sabemos que no es fácil pero la satisfacción que sentiremos, y estrés que quitaremos de nuestros hombros será placentero. Algunas claves para combatir los traumas del pasado y vivir el presente son;
Hablar del pasado con la persona adecuada
Por lo general las personas con traumas del pasado no buscan hablar de ello, ya que es como revivir el dolor. Sin embargo, es importante sacar todo lo que sentimos, básicamente debemos desahogarnos.
Elegir con quien hablar de esto es importante, por ejemplo podemos elegir personas que hayan pasado por algo similar y que entiendan lo que hemos vivido. Por otro lado podemos optar por los psicólogos, ya que estas personas están capacidad para ayudarnos a generar el cambio adecuado.
Aprende a ser una persona más resiliente
En todas las situaciones traumáticas, hay un agresor y una víctima, la cual no siempre tiene que ser otra persona. Por ejemplo las personas que han vivido desastres naturales y han perdido todo. En todos los casos la víctima debe tomar una posición menos pesimista.
Una persona que ha sufrido un trauma debe asumir una actitud activa, para ello debe aplicar una actitud resiliente. Es decir, debe aceptar lo vivido y sufrido, para poder avanzar.
Evitar trastornos de ansiedad
Por lo general el estrés por un trauma causa trastornos de ansiedad, por lo que pueden producirse ataques de pánico. Si queremos sanar el pasado debemos tener muy presente gestionar la ansiedad.
Lo más recomendable es aprender técnicas de respiración y relajación, que nos permita controlar tanto el estrés como la ansiedad.